El pueblo más alto de la provincia de Palencia

    Es decir, Valsurbio. Un lugar que dicen está abandonado aunque más adelante sabréis si es verdad o no.
    La idea de esta nueva excursión surgió tras preparar la salida por La Ruta de los Pantanos. Oímos que por la zona había un pueblo abandonado lleno de ruinas donde sus últimos dos vecinos se marcharon en 1972 y claro, eso nos animó a preparar otra salida.
    La fecha  para hacerla estuvo siempre clara: en otoño. El paisaje es precioso y pensamos que con suerte podríamos escuchar la berrea.
    Sin embargo, cómo hacer la excursión no resultó tan sencillo. 

   Saliendo al campo con dos niños  dejamos poco a la improvisación y al principio no encontrábamos la información necesaria. No sabíamos muy bien desde donde empezar: Camporredondo o Valcobero, desde dónde estaba más cerca, ni cuáles eran los caminos a tomar o hasta dónde se podría llegar con el coche. Por suerte dimos con este enlace y, finalmente, nos decidimos del todo pero a nuestra manera.
    Lugar de salida: Camporredondo de Alba. Meta: Valsurbio. Y vuelta a la salida por el mismo camino. Locomoción: Coche hasta Camporredondo y lo demás en el coche de San Fernando: un rato a pie y otro caminando. Distancia ida y vuelta: 9 km.
    En Camporredondo partimos de la Calle Las Eras y allí buscamos esta señal. Será la única que veamos en todo el camino.
Valsurbio
   
    Como veis, el nombre del pueblo aparece con v. Teniendo en cuenta que en todas partes lo he visto escrito con b, no me preguntéis quién lo escribe mal. No tengo ni idea.
    Eso sí, si en veinte sitios lo ves de una manera y sólo en uno de otra... y además Valsurbio significa Valle de los serbales...
    Y a partir de aquí olvidaros casi del mundanal ruido. Entráis en la naturaleza plena.
    Vais a caminar acompañados del sonido de los cencerros de las vacas, del rumor del agua, del viento en las ramas y si pasa algún todoterreno recibiréis un amable saludo.
    No existe una carretera. Sólo un camino. Según mi opinión nada recomendable para ir con un coche normal y si lo intentáis no creo que lleguéis por este lugar hasta Valsurbio porque en algún tramo se pueden dejar los bajos del coche.
    Como os he puesto el enlace de la ruta, no os aburriré con esos detalles. Sólo con unas cuantas bonitas fotos de lo que encontramos aunque os advierto de una cosa: la subida hacia Valsurbio, en el tramo que indican como ascenso pronunciado, cuesta un poco si lleváis niños. Pero a la vuelta se hace de maravilla. No hay mal que por bien no venga.
    Encontrar a las vacas al lado del camino y poder estar al lado de ellas nos entusiasmó (sobre todo a mí; me trajo viejo recuerdos de mi infancia).
    Esto no es una granja escuela. Es la vida tal cual en el campo.

    Caminar hacia delante está bien, pero mirar hacia atrás y ver este paisaje también.
    El Espigüete al fondo.
Espigüete
    Poco a poco, llegamos a un pinar repleto de setas.

    Y qué sabemos en mi casa de setas: NADA. Sólo una cosa: si llegas a un sitio por donde antes ha pasado gente recogiéndolas y te encuentras un montón de ellas aún en el suelo, son VENENOSAS. Sino, no estarían allí.

    Porque éstas son preciosas. La casita de los nomos (amanita muscaria). Pero nada buenas para la salud.

Amanita muscaria
    Entre tanta seta, vacas y cuestas se nos hizo la hora de comer. El estómago se quejaba y en medio del bosque, sentados en un tronco y los niños tirados sobre unas mantitas nos comimos el bocadillo.
    Ni que decir tiene que nos supo a gloria.
    

   
    Porque había que coger fuerzas para llegar a Valsurbio, un pueblo no tan abandonado como en todos los sitios dicen.
    Es verdad que todas sus casas están en ruinas. La iglesia incluida. Pero nos chocó llegar y ser recibidos por una casa con su chimenea humeante y un hola de sus dueños.
    Luego descubrimos otras dos casas reconstruidas. Así que Valsurbio algo de vida sigue teniendo, por lo menos durante el buen tiempo y los fines de semana porque vivir allí es un poco complicado.
    No hay carretera, sólo un camino. No se puede acceder con un coche normal, se necesita un todoterreno. Y no hay luz ni agua corriente.
Valsurbio

Valsurbio iglesia
 
Valsurbio ruinas
     
       Es un lugar diferente donde ni siquiera es fácil poder ser enterrado.

Valsurbio cementerio
    La naturaleza y los animales campan a sus anchas y te dan la oportunidad de llevarte sorpresas.
    La tarde se nos echó encima y tuvimos que dejar a aquel tierno ternero lechal.

    Nos despedimos de Valsurbio y de las dos personas que nos recibieron con un hola para volver por el mismo camino hacia Camporredondo, descubriendo que aun en medio de la nada a la gente les gusta dejar su impronta.

    De la berrea no pudimos disfrutar. Para hacerlo había que esperar al atardecer y sin linterna ni luces para guiarnos por el camino no nos pareció buena idea.
    La experiencia de escuchar a los ciervos tendrá que esperar a otra ocasión.
    
    Estaré encantada de recibir tu comentario y más aún si me  cuentas que después de leer esta entrada te animaste a caminar hacia Valsurbio.
    No te olvides de que si quieres enterarte rápido de la publicación de cada una de las entradas del blog puedes suscribirte.
    Nos vemos por Hilando.

Vc

2 comentarios:

  1. Hola soy Alba Garcia , he echado un vistazo a tu blog y he visto el apartado de nos vamos de viaje y me ha encantado lo de valsurbio o valsuvio😂😂 igual dentro de varios meses nos animamos mis padres y yo a hacer la ruta😘😘

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    1. Hola Alba, preciosa.
      Me alegro mucho de que os animéis a hacer la ruta.
      Aprovechad la primavera o el otoño porque es cuando más bonita está la zona.

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